Entrevistando a una cazadora de exoplanetas

Alice Zurlo, cazadora de exoplanetas

Esta es la primera entrega de una serie de entrevistas del Bestiario Astronómico a científicos jóvenes que trabajan en diferentes ramas de la física y de la astronomía.

Empezamos entrevistando a la doctora Alice Zurlo, investigadora postdoctoral que trabaja en Santiago de Chile. Originaria de Pádova (Italia), hizo su tesis en Marsella (Francia) antes de trasladarse a Chile para seguir trabajando en uno de los proyectos más ambiciosos de nuestra época: SPHERE, el cazador de exoplanetas.

B: ¿En qué consiste el día a día de una cazadora de exoplanetas como tú?
AZ: Mi día a día se podría dividir en tres fases: la primera es la de la creatividad, tengo que pensar en ideas y técnicas nuevas que me permitan descubrir algo desconocido o mejorar los instrumentos a disposición; la segunda es la práctica, tengo que concretar la idea y tomar datos con el telescopio; la tercera es la de analizar los datos de telescopio y/o simulaciones que hago para ver si encuentro algo interesante.

B: ¿Cuál es tu exoplaneta favorito y por qué?
AZ: Mis planetas favoritos son los planetas alrededor de la estrella HR8799. Este sistema es el único sistema con planetas múltiples que hemos observado con imágenes directas. Es un sistema muy interesante, joven, con 4 planetas gigantes y dos cinturones de polvo. Trabajé mucho con los datos de este sistema, por eso es mi favorito.

Animación hecha a partir de observaciones de HR8799
Créditos: J. Wang & C. Marois

B: ¿En qué sentido la Tierra es *tan* especial con respecto a otros planetas?

AZ: Nuestro planeta se encuentra a una distancia de su estrella principal que permite temperaturas compatibles con el agua en estado líquido. El agua es un elemento fundamental para la vida en la Tierra. Esta es la característica principal que buscamos en otros planetas, por eso hemos definido como “zona habitable” la distancia donde un planeta podría preservar agua en estado líquido, ésta depende de la temperatura de su estrella principal. Yo creo que ese sería el primer criterio para buscar vida extraterrestre. Además, la Tierra tiene claramente un conjunto de propiedades únicas que permiten la vida. 

B: Suponiendo que existen planetas con vida, ¿cómo se podrían detectar?

AZ:  Si, como los humanos, tienen tecnología con emisiones en radio, esta se podría detectar. Es lo que buscamos desde hace años, por ejemplo con el proyecto SETI. Aparte de eso, podemos estimar si un planeta es apto para la vida viendo si se encuentra en la zona habitable o buscando los elementos químicos de la vida (“biosignatures”: CO, CH4, H2, O2, H2O, etc). Pero no podemos decir con certeza si hay vida en este caso. 

B: ¿Alguna anécdota divertida de alguna de tus noches de observación en Paranal?

AZ: En Paranal la pesadilla de cada astrónomo es olvidar algo importante para tu día a día. Estás en el medio del desierto a más de 2600 metros de altura, no hay absolutamente nada y si olvidas algo tendrás que pasar varios día sin él. Un compañero de trabajo, un simpático señor de 60 años, había confundido su maleta facturada con la de otra mujer. Lamentablemente se dio cuenta al llegar a Paranal... El pobre hombre tuvo que lavar cada noche, después de muchas horas de trabajo, la ropa interior que llevaba puesta, para encontrarla seca al día siguiente. Menos mal que se encontraba en el desierto más seco del mundo!

Plataforma de Paranal con los telescopios.
SPHERE se encuentra en el UT3 (al medio)
Créditos: Sebastián Pérez

B: Como mujer embajadora de la astronomía, ¿cuál es tu mensaje para las niñas curiosas?

AZ: Nunca terminarán de conocer y descubrir, no paren de hacer preguntas y buscar respuestas, el universo tiene muchas sorpresas maravillosas, y pocos exploradores/as.

B: Si pudieses visitar un lugar del Sistema Solar, ¿dónde irías?

AZ: Me gustaría vivir en Encélado, una de las lunas de Saturno. Debería ser un pez en ese caso, para poder vivir y nadar en su océano subterráneo, esperando poder asomarme de alguna manera a la superficie. De ese modo podría contemplar los geysers (chorros de vapor) y de paso admirar Saturno, mi planeta favorito.

Encélado, una de las lunas de hielo de Saturno (Crédito: JPL/NASA)

¡Saludos exoplanetarios!